Renta variable china: ¿ha llegado el tan esperado punto de inflexión?
Para los inversores en renta variable china, el inicio de 2022 está siendo tan decepcionante como el año 2021. Ha sido especialmente doloroso para los inversores en la llamada Nueva Economía China, sobre todo en comparación con el rendimiento de sus homólogos estadounidenses.
La incertidumbre en torno a las medidas reguladoras en el sector tecnológico, la reestructuración de Evergrande, las previsiones de exclusión de las bolsas estadounidenses y la desaceleración económica han contribuido a aumentar la disposición de los inversores a abandonar el mercado chino.
Más recientemente, la ambigua posición de los dirigentes chinos con respecto a la invasión rusa de Ucrania, que podría sugerir un contagio de las ventas rusas a los mercados chinos, probablemente ha empujado a los inversores internacionales más obstinados a salir de estos mercados.
La actual recuperación fulgurante, desencadenada por el discurso de apoyo del viceprimer ministro Lui He la semana pasada, nos recuerda sin embargo un déjà-vu de 2016. El año 2016 comenzó con importantes correcciones en la renta variable china, pero tras un punto de inflexión, el año resultó finalmente muy beneficioso para los mercados de renta variable chinos.
Siguiendo esta lógica, ¿qué pasaría si los factores negativos mencionados anteriormente se desvanecieran gradualmente?
En este caso, las atractivas valoraciones actuales de algunos segmentos selectivos de estos mercados constituirían un buen punto de entrada para los inversores.
Y lo que es más importante, la puesta en marcha de un programa de estímulo económico más significativo, necesario para alcanzar el objetivo "habitual" de crecimiento del PIB del país, podría incluso suponer un impulso para este mercado.
El 16 de marzo, el viceprimer ministro Liu He, presidente de la reunión del Comité de Estabilidad y Desarrollo Financiero, abordó sorprendentemente todas las preocupaciones clave del mercado mencionadas anteriormente de forma muy constructiva.
En cuanto a la futura regulación de las plataformas de Internet chinas, anunció un impulso normativo hacia un "régimen de semáforo" y la intención de las autoridades de facilitar un desarrollo saludable de estas empresas mediante una regulación transparente.
También abordó los problemas actuales del frágil sector inmobiliario chino, representado sobre todo por Evergrande, señalando que se podría intensificar el apoyo crediticio al sector, especialmente el crédito a los promotores.
Además, declaró que los responsables políticos chinos seguirían apoyando las cotizaciones en el extranjero y presentarían un plan concreto para resolver el problema actual de la revisión de los archivos de auditoría por parte de las autoridades estadounidenses, reduciendo así los temores de una retirada desordenada de las empresas chinas de la lista en los Estados Unidos.
Por último, pero no por ello menos importante, reiteró que los responsables políticos garantizarían que el crecimiento económico se mantuviera dentro de un rango razonable, proporcionando "respuestas activas" de política monetaria y para mantener un crecimiento adecuado de los nuevos préstamos.
Como es habitual, estos anuncios políticos tendrán que ir seguidos de medidas concretas antes de que los inversores internacionales decidan volver de forma significativa a estos mercados.
Sin embargo, esta fuerte señal política podría representar un punto de inflexión, o al menos representar una "apuesta de Pekín" en los mercados de renta variable chinos para el futuro.
Aunque la cuestión de la postura de China respecto a Ucrania sigue abierta, por razones obvias con Taiwán, hay argumentos de peso para pensar en una perspectiva positiva para la renta variable china en 2022.
Como siempre, el momento oportuno para los inversores será clave. Pero, como todos sabemos, esperar a que se alineen todos los astros para actuar no suele ser una buena estrategia.
Fuente: Carmignac, 24 de marzo de 2022