[Management Team] Denham Mark

¿Cuáles son nuestras perspectivas para la renta variable europea a mediados de 2018?

  • Autor(es)
    Mark Denham
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En el equipo europeo nos caracterizamos por aplicar un enfoque de inversión principalmente ascendente, pero también tenemos que analizar el entorno en el que seleccionamos los valores y el contexto de mercado.

Consideramos que las perspectivas de inversión para la renta variable europea siguen siendo positivas


Consideramos que las perspectivas de inversión para la renta variable europea siguen siendo positivas, a pesar de los crecientes temores de los inversores respecto del contexto político en Italia o Alemania y de la retirada de la liquidez por parte de los bancos centrales.

De hecho, nuestro análisis del mercado pone de relieve el buen tono de la renta variable europea: se espera que los beneficios de los títulos europeos aumenten por segundo año consecutivo, aunque a un ritmo inferior en comparación con los niveles de 2017, que oscilaban en torno al 15 %. Para este año, prevemos un crecimiento de los beneficios de aproximadamente un 7 % u 8 %, lo que refleja, en parte, el notable dinamismo subyacente de la economía europea y mundial y supone un ritmo inferior al del año pasado debido a la disminución de la tasa de crecimiento económico desde unos niveles elevados. No obstante, los indicadores económicos principales siguen mostrando una tendencia al alza1.

Las valoraciones también resultan interesantes en un contexto largoplacista; por ejemplo, la rentabilidad media por dividendo en los mercados europeos alcanza un 3,8 %, lo que constituye una rentabilidad atractiva en comparación con unos tipos de interés aún reducidos. El PER sigue situándose en un nivel en consonancia con las medias a 30 años, a pesar de la relativa mejora de las perspectivas de beneficios2.

En general, a pesar de que somos conscientes de la posibilidad de que se produzca un recrudecimiento de las tensiones comerciales con EE. UU., así como de las cuestiones políticas en Europa, consideramos que, desde una perspectiva a largo plazo, el contexto para la renta variable europea es razonablemente favorable y las valoraciones no se encuentran en niveles demasiado elevados.