Enfoque en la experiencia en los mercados de crédito de Carmignac

Los tipos sin riesgo y los diferenciales de crédito subieron a la par en 2022, lo que provocó pérdidas récord en el mercado de crédito, pero también, y de forma aún más significativa, una subida espectacular de las rentabilidades de los instrumentos de crédito.

El fin de la pandemia y la guerra en Ucrania han devuelto la inflación al mundo desarrollado y han obligado a los bancos centrales a volver a poner un coste al capital.

Esta serie de acontecimientos sin precedentes ha tenido repercusiones directas en el mercado de crédito. La inflación ha suprimido la demanda no sólo entre los consumidores, sino también entre las empresas, muchas de las cuales pueden verse obligadas a reestructurar sus cadenas de producción, replantearse sus modelos de negocio y ajustar sus márgenes.

En este nuevo orden económico, cabe esperar que en los próximos años se den unas condiciones favorables para la renta fija y unos niveles de carry que no habíamos experimentado en más de una década.

Ahora que los principales bancos centrales están reduciendo sus inyecciones de liquidez, los tipos de interés y los diferenciales de crédito deberían establecerse en niveles estructuralmente más altos.

Este notable aumento del coste del capital probablemente hará que las tasas de impago vuelvan a la normalidad y recuperen importantes oportunidades para generar alfa.

Las tasas de impago se han mantenido artificialmente bajas durante años, lo que ha llevado a demasiados inversores a asignar capital a proyectos y empresas ineficientes.

El aumento previsto de las tasas de impago aún no se ha materializado, pero los diferenciales de crédito ya tienen en cuenta unas perspectivas muy pesimistas sobre los impagos en los próximos años. En consecuencia, el mercado está preparado para absorber un aumento sustancial de los impagos, al tiempo que sigue ofreciendo un carry atractivo.

Unas tasas de impago más elevadas alimentarán naturalmente la percepción de riesgo en el mercado de crédito. Y cuanto más teman los inversores, más oportunidades habrá para los gestores de activos que se guíen por los fundamentales.

Invertir con éxito en el mercado de crédito significa encontrar un gran número de emisores cuyos riesgos estén sobrevalorados. Y como era de esperar, los inversores tienden a sobrevalorar los riesgos cuando el mercado en su conjunto experimenta un elevado número de impagos.

De ello se deduce que el mercado de crédito actual no sólo ofrece valoraciones atractivas, sino que también alberga una gran cantidad de oportunidades idiosincráticas que nos permiten generar rentabilidades tanto por el alfa como la beta.