Mantenemos una postura de prudencia y una sensibilidad reducida a los tipos de interés (3,4 a finales de mes). Sin embargo, gestionamos nuestra sensibilidad a los tipos de forma flexible durante el mes, reduciéndola a aproximadamente 2 a mediados del periodo. Los movimientos de los tipos parecen estar influidos por los datos de inflación y la resistencia del mercado laboral. En resumen, seguimos siendo positivos en los tipos reales de EE. UU. debido a sus elevados niveles. También mantenemos una posición larga en deuda en moneda nacional de los países emergentes que presentan tipos reales elevados y han iniciado un ciclo de bajadas de tipos (como Brasil o México), y somos optimistas sobre las monedas infravaloradas que se benefician de tendencias económicas sólidas, como la demanda de materias primas o los ciclos desincronizados. Adoptamos también un enfoque selectivo en las situaciones especiales en deuda pública (moneda fuerte) de alto rendimiento donde el riesgo está bien remunerado.
Mantenemos un cierto nivel de protección en deuda corporativa, aunque al principio del periodo elevamos estas medidas a alrededor del 14,5%, y luego las redujimos tras la ampliación de los diferenciales. En cuanto a los tipos de cambio, mantenemos una exposición larga en el dólar estadounidense de alrededor del 39% al término del periodo. Aumentamos nuestra exposición al dólar estadounidense a casi el 50% durante el mes para aprovechar su movimiento alcista. También mantenemos una posición de alrededor del 6% en el yen japonés. Además, manejamos perspectivas positivas sobre algunos mercados emergentes y sobre las divisas vinculadas a las materias primas, principalmente el real brasileño, pero también varias divisas asiáticas, como el won surcoreano, ya que sus economías deberían beneficiarse del entusiasmo en torno a la inteligencia artificial.
América Latina | 28.6 % |
América del Norte | 27.4 % |
Europa | 18.9 % |
África | 8.9 % |
Asia Pacífica | 5.6 % |
Oriente Medio | 4.4 % |
Europa del Este | 3.7 % |
Asia | 2.6 % |
Total % of bonds | 100.0 % |
Entorno de mercado
En abril, la creciente dicotomía de la política monetaria a ambos lados del Atlántico, el aumento del riesgo geopolítico (la escalada de represalias en Oriente Medio) y la persistencia de la inflación (también apoyada por un repunte de los precios de las materias primas) dieron lugar a una corrección en los mercados de bonos. Así, los rendimientos de la deuda pública aumentaron bruscamente, sobre todo en EE. UU. (el bono a dos años llegó al 5%). Esta evolución se debe principalmente al mejor comportamiento relativo de la economía estadounidense y, especialmente, a la publicación de los datos del empleo estadounidense, que volvió a mostrarse muy dinámico en marzo (303.000 nuevos puestos de trabajo creados). A pesar de la desaceleración del crecimiento del PIB en el primer trimestre (1,6% en tasa trimestral anualizada), parece que el empleo, la inflación y, en algunos aspectos, el consumo personal (+2,7% en tasa anual) influyeron más en la evolución de los mercados. Así, conforme se acercaba la reunión del FOMC, los inversores revisaron sus previsiones de recortes de tipos y algunos incluso temieron un aumento del tipo de los fondos de la Fed si el crecimiento continúa rondando el 3%. La dinámica de crecimiento económico en la zona del euro es mucho menos fuerte, aunque estamos viendo una estabilización e, incluso, el comienzo de una recuperación, sobre todo gracias al sector servicios. Por último, en China, a pesar de los limitados intentos del gobierno por estimular la economía y la necesidad de consolidar la recuperación, las últimas estadísticas refuerzan la idea de que el conjunto de la actividad se está recuperando.
Los mercados de divisas estuvieron dominados por la revalorización del dólar estadounidense, principalmente debido al mejor comportamiento de la economía estadounidense y la reevaluación de las expectativas de descenso de los tipos de la Reserva Federal. El yen sufrió especialmente y cerró a un nivel que no había alcanzado desde 1990, a pesar de la intervención de las autoridades japonesas para apoyar su moneda.